El pasado fin de semana 2 y 3 de marzo, hemos celebrado la 49ª peregrinación a Montpellier. En el año 1970, un año después de la reapertura del Santuario, Alfredo inició este hermanamiento con la parroquia de santa Eulalia de Montpellier, al saber que en esta ciudad se encontraba una preciosa reliquia de la santa: su cráneo.
La peregrinación transcurre durante el fin de semana. El sábado lo dedicamos a conocer bellos parajes del sur de Francia, lugares de interés cultural, etc. Y el domingo es el día dedicado a compartir con la comunidad francesa: la Eucaristía, la comida…
Este año hemos estado en el pueblo de Roquefort, donde disfrutamos de una visita guiada en una de las cavas donde se realiza el queso azul. La visita fue muy interesante. Seguidamente comimos en Saint Affrique. Por la tarde, visitamos un museo particular dedicado al Sáhara. El señor está fascinado por este inmenso desierto, por su cultura, su gente, sus costumbres…
El domingo hemos podido compartir la Eucaristía en la Catedral de Montpellier. Nos hemos sentido esperados y muy bien acogidos, con una celebración llena de detalles hacia nosotros y con la reliquia de santa Eulalia presidiendo. Emociona escuchar hablar de nuestra querida santa allí. Al acabar la misa, nos obsequiaron con un buen aperitivo, que facilitó un espacio distendido de encuentro.
El grupo peregrino estamos muy contentos de estos dos días festivos que hemos vivido. Y ya empezamos a soñar en el próximo año, que cumpliremos los 50 años. Una fidelidad no exenta de esfuerzo, pero al mismo tiempo muy gozosa.
