Mt 20, 20-28: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos
Fiesta del Apóstol San Jaime.
La Comunidad de Mateo, que refleja las luchas y conflictos entre la comunidad del evangelista y los otros judíos, particularmente con una aguda crítica a los escribas y fariseos, tiene como objetivo demostrar a los judíos que Jesús era efectivamente el Mesías que tanto habían esperado. La naturaleza divina de Jesús fue un tema importante para la comunidad mateana, el elemento crucial que separaba a los primeros cristianos de sus compañeros judíos.
La Comunidad de Mateo comparte con nosotr@s una reflexión acerca de que la Vida y la Muerte de Jesús, bajo la forma total del servicio, son la fuente de nuestra salvación y de la reconciliación de la humanidad con Dios. Las profecías del Siervo del Señor se han cumplido con su muerte y resurrección.
Con la imagen del cáliz, Jesús regala a los apóstoles Santiago y Juan la posibilidad de asociarse completamente a su destino de sufrimiento, pero sin garantizarles los puestos de honor que ambicionaban.
La respuesta de Jesús a los interrogantes que le plantean, en una discusión egoísta sobre quién será el primero en el Reino de los Cielos, es una invitación a seguirlo por la vía del Amor y el Servicio, rechazando la tentación mundana de querer sobresalir y mandar sobre los demás.
Si bien la discusión es originada por las palabras de la madre de Santiago y Juan, el pensamiento de quién de ellos estaría más cerca de Jesús en su Reino se albergaba en el corazón de cada uno de ellos. También en ocasiones nosotr@s, en el momento en que Cristo quiere decirnos algo importante o darnos una gracia especial, nos enredamos en nuestros pensamientos egoístas, y no escuchamos todo aquello que Jesús quiere decirnos
El que quiera ser el/la primer@, que sea el/la últim@. Jesús ama a l@s humildes, a l@s sencill@s, a l@s que se encuentran en las periferias, a l@s que son como niñ@s. El que es sencill@ nunca desea el primer puesto para sí, sino para l@s demás. Vivamos con esta virtud de la sencillez y la humildad para que Cristo vea en nuestros corazones la ternura de un/a niñ@. Preparémonos de esta manera para la Pasión del Señor, y no como lo hacían los apóstoles movidos por sus pensamientos egoístas.
Señor Jesús, qué fácilmente puedo caer en pensar que dado que no mato, no robo, no hago conscientemente el mal, tengo derecho a privilegios. Qué insensato puedo ser al acercarme a la oración con una actitud de superioridad, de exigencia. Gracias por mostrarme que no es ése el camino cierto del Amor. Eres mi Dios, mi herman@, mi amig@, mi mejor amig@, que me ofreces la plenitud. Ayúdame a estar siempre abiert@ a tu gracia y servir a mis herman@s, viviendo y compartiendo un Itinerario existencial y una Andadura Pascual liberando del mal en todas sus formas y promoviendo la Paz y la Justicia, con un una mirada muy especial a l@s más desfavorecid@s, a l@s que que se encuentran en las periferias, en tu Iglesia.
Jesús, que sabe que se acerca ya el momento de su pasión, y estando en Jerusalén con sus discípul@s, pronuncia clarísimamente el tercer anuncio de su muerte.
¿Qué pensaban l@s discípul@s en ese instante? ¿Se les encogía el corazón sólo de pensar en Jesús torturado, escarnecido, insultado, como decían los antiguos profetas? ¿Qué pienso yo? ¿Qué busco en mi relación con Dios y qué pido en la oración? ¿Cómo acojo el sufrimiento que se da en la vida y que es contrario a aquello que pido en la oración? Nuestra manera de vivir en la comunidad y en la iglesia ¿sigue las enseñanzas de Jesús?
Cuídense y déjense cuidar muchísimo.
Un abrazo muy fuerte de Paz y Fiesta.
Muy buen descanso estival, o hivernal según se encuentren.
Que el Buen Padre Dios, con Sant Jordi y el Apóstol San Jaime como estandartes, nos bendigan y guíen a tod@s.
Amén.
Que sí sea.
