Bendecir y compartir
El Evangelio de hoy es conocido popularmente como “la multiplicación de los panes”. Pero en el texto no usan la palabra “multiplicación”. Más bien describe que Jesús “bendijo y partió” lo que tenían (y unas 5000 personas comieron).
Aquí hay una indicación importante para todos los que decimos ser seguidores de Cristo: no buscar multiplicar, sino bendecir y (com)partir lo que tenemos. La tierra, nuestra casa común, está llorando a causa de nuestro afán de multiplicar la producción y el consumo. Millones de personas están sufriendo de precariedad porque no compartimos suficientemente lo que tenemos.
La coherencia entre palabras y actos es otra indicación para la vida cristiana. En el Evangelio de este domingo Jesús habla del Reino de Dios, y lo pone en práctica. ¿Cómo iba a hablar del Reino de Dios a 5000 mil personas y después, sin más, despedirlos diciendo que cada uno se espabilara a buscar comida y alojamiento? Jesús no sigue la propuesta de los Doce; los discursos y las teorías tienen que coincidir con una buena praxis…
Hoy es la fiesta de Corpus. Es una fiesta con una gran carga tradicional y teológica. Pero la tradición y la teología no son estáticas, cambian, avanzan… Me pregunto si no es hora de revisar y actualizar el significado y la manera de celebrar las fiestas. Bendecir con sinceridad lo que hemos vivido hasta ahora, y a partir de ello, buscar cómo mejorar nuestra praxis y cómo “hacer fiesta” con una nueva plenitud.