«El Reino de Dios ha llegado a vosotros». El Reino de Dios ha llegado a nosotros.
Del Evangelio de este domingo me han quedado resonando estas palabras, y me pregunto en qué momentos cotidianos soy consciente de ello y como transmitimos este regalo a los demás.
Contemplo a cámara lenta esta semana que hoy terminamos, y recuerdo varios momentos en los que así lo he percibido:
– Mi padre va envejeciendo cada día un poquito más, ya son 94 años, y cuidarlo con mis dos hermanos requiere un quehacer artesanal. Servicio, ultimidad, discreción. Cada momento en que esto es posible: el Reino de Dios ha llegado a nosotros.
– Contemplar como en un equipo se van sincronizando los corazones para entretejer una nueva realidad, un nuevo proyecto, o la transformación de uno ya existente, dejándose llevar por el Espíritu Santo, es sin duda la constatación de que el Reino de Dios está aquí.
– Las enfermedades mentales son muy complejas. Acompañarlas, estar cerca de aquellos que las padecen, y escuchar y acoger el vaivén emocional que generan en el ser humano requiere caridad, humildad y paciencia. Cuando aquellos que las sufren se siente cuidados, protegidos y amados, el Reino de Dios ha llegado a nosotros.
– Cada vez que se acerca una fiesta en la que sé que nos juntaremos unos cuantos amigos para celebrar la vida y compartir aquello que nos hace ser quien y como somos, siento que hacemos presente también el Reino de Dios.
Y tú, ¿en qué momentos sientes que el Reino de Dios está aquí?
¡Feliz semana a todos!