Parece ser que Jesús acaba de dejar los días en el desierto y empieza un nuevo camino.
Quién sabe si había soñado su senda al lado de su apreciado Juan, pero Juan no puede acompañarlo.
Quién sabe cuándo decidió ir a pescar a pescadores para llevar a cabo su obra de amor.
Y los maestros de las redes del mar ¿Quién sabe qué vieron en Jesús para acompañarle?¿ Cuál es el Reino de los Cielos que creyeron o tocaron ?
A veces creo que la respuesta está en sentir…
sentir qué misterio se abre cuando en la madrugada desde una barca se puede ver nacer el Sol…
sentir qué misterio se abre contemplando la inmensidad y la vida que nace de la mar, el oleaje, las tempestades…
sentir qué misterio se abre cuando conoces a una persona como Jesús, con el ánimo de sembrar bondad, paz, estima, confianza; una persona con el ánimo de ayudar, de sanar a los que encuentra en su camino; de poner el corazón ante cualquier otra opción
Él predicaba diciendo Convertiros porque el Reino de los Cielos está cerca.
Así pues, esperamos saber converir nuestro día a día en un “cielo” sintiendo que nuestras opciones se parecen a las de Jesús, desde la Paz y con el corazón abierto a cualquier persona que nos encontremos.
Un abrazo
Anna M Comas
