Alfredo Rubio, en su libro 22 historias clínicas -progresivas- de realismo existencial aseguraba vivir con tensión esperanzada las últimas zancadas del siglo XX. De modo correlativo, su pensamiento abierto e intrépido se avanzó en muchos temas a su época. Además fue un hombre de sólida esperanza y supo transmitirla a los demás. Por este motivo, sus artículos son como pasos largos de futuro encaminados hacia el vivir en plenitud que barruntaba y de algún modo ya vivía. Por su autenticidad, pueden mover al lector del siglo XXI a un entusiasmo realista: sus postulados son plenamente vigentes.