Jesús es un modelo de vida basada en el amor hacia Dios y hacia las otras personas.
Jesús nos enseña amar a lo grande, a la magnificencia, nos enseña a tener una visión amplia de la vida y poner el foco en la grandeza del amor en su abundancia.
Todos sabemos que el amor tiene un efecto multiplicador y cuánto más se ama más crece.
La invitación de Jesús es amar desde el Espíritu de Vida que se ofrece y se multiplica, nos invita a abrirnos desde la fuente a ampliar nuestra mitad, nuestros gestos a crecer en estima y darnos desde el corazón y sin miedo a perder nada.
¿Cómo?
Desde lo más sencillo… un vaso de agua…
Que misterio que misterio más grande este efecto multiplicador cuando amamos desde la fuente.
un abrazo
Anna Mª Comas