Los tiempos del pastoreo
Había una multitud que buscaba a Jesús y a sus discípulos; esto no es parecido a la situación de nuestra sociedad occidental. El rebaño de cristianos disminuye, y hay muchas personas que se dicen cristianos, pero no están en búsqueda de pastor. Más bien los pastores de hoy están en búsqueda de ovejas…
El Evangelio de este domingo (Mc 6, 30-34) nos puede dar alguna pista para nuestra vida como cristianos:
En primer lugar, nos recuerda que somos apóstoles: enviados. La misión que nos confía Jesús no es simplemente una tarea personal, sino un trabajo que forma parte de algo más amplio y que no depende únicamente de mí. No vamos solos por el mundo.
En segundo lugar, el texto nos dice que los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús. Volver a reunirse con el que te ha enviado, es indispensable, para evaluar, discernir, ajustar criterios etc. Se trata de un trabajo del “Reino”, y por ello implica encontrarse regularmente con Jesús Resucitado. Descubriremos que Jesús no quiere únicamente escucharnos, saber lo que hemos vivido; también nos ofrecerá descansar. Jesús da importancia al descanso.
Al final del texto hay la clave de lo que es nuestra misión: Jesús detecta la necesidad de la gente y cambia su programa. En vez de descansar, se pone a disposición para dar lo que la multitud necesita. Pastorear es sobre todo saber adaptarse a las necesidades de las personas. Pero esta disponibilidad solo es posible si sabemos vivir de manera equilibrada, con libertad y sabiduría, tiempos de descanso, de evaluación y de acción.
Pauline Lodder, Pineda de Mar
