IV Domingo de Adviento // Lc 1,39-45

El Evangelio de Lucas de este Domingo, es una invitación a dos aspectos que nos ayudaran a vivir estas fiestas que se acercan, con profundidad y alegría.

La primera, es que hemos de estar atentos a todo lo que acontece a nuestro alrededor. El texto nos dice que al oír el saludo el niño se mueve. No podemos estar apatías a nuestro alrededor, las realidades que nos acompañas es una palanca per vivir en profundidad. De nosotros depende que nos dejemos seducir por lo que nos rodea, o simplemente que dejemos pasar sin más, aquello que vivimos.

La segunda invitación es a bendecir todo aquello que nos rodea. Que sepamos responder desde la alegría, y por lo tanto repartiendo bendiciones a todas aquellas personas que tenemos cerca.

Con la profundidad y la bendición podremos construir un pesebre con lo necesario para que pueda nacer un niño un año más.

Artículos

¿Y tu, de qué fuente bebes?

Al igual que nuestro cuerpo necesita alimentarse...

Un Mural de Valores

«Sin embargo, el paso del tiempo —y, sobre todo...

Identifica el pensamineto negativo

De Sara Canca Repiso y Nazaret Corona Díaz...

Actividades

¡No hay eventos!

Suscríbete a nuestro boletín

© 2025 PazyFiesta | Una web de Mauricio Mardones

© 2025 PazyFiesta
Una web de Mauricio Mardones