
En la primera parte Lucas se dirige a Teófilo, con seguridad e ilusión. Sus palabras amigas y sinceras son de mucha vigencia, ternura y esperanza, permítanme entrever-ultimidad y humildad, Nos necesitamos, nos escogemos y validamos, y así en momentos de nuestra vida, nunca solos, somos constructores de verdad, testigos los unos de los otros, amigos que se acompañamos en el camino, y esperamos sean íntegros en todo tiempo. Que, así como Lucas y Teófilo se apoyen en momentos de oscuridad, se prendan lucecitas de solidez y enseñanza de guía y fortaleza.
La segunda parte, es el cómo hacerlo, un itinerario, como el que nos dejó nuestro Maestro Alfredo Rubio, y que anhelamos difundir por todo el mundo. ¿Qué nos propone? Priorizar, es decir, aferrarnos con todas nuestras fuerzas al Espíritu Santo que nos da el valor, claridad, y comunicación, pero no de cualquier noticia, sino de que DIOS NOS AMÓ PRIMERO.
¿Lo creemos, sentimos en lo más profundo de nuestro ser? Siempre es buen momento de reflexionar, de comenzar, de conversión, ya sea cuando estamos en soledad y silencio junto a Dios, o que nos encuentre compartiendo la vida con nuestros otros, o quizás al ser testigos de la fuerza y carisma de otros, por su testimonio, incluso de un proceso personal y comunitario de ir amándonos más y mejor.
“…18 El Espíritu del Señor descansa sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, a proclamar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, 19 a proclamar el año favorable del Señor (Is 61,1-2) 20 enrolló el volumen, lo devolvió al sacristán y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él 21 y empezó a hablarles:
No demos por sentada nuestra fe, ni nuestra misión cumplida, repetiremos como loros grandilocuentes palabras vacías de nuestro ser y espíritu. No olvidemos que la promesa sí que está, SOMOS PUEDIENDO NO HABER SIDO. No olvidemos que EL NOS AMO PRIMERO, fuerza y razón para volver nuevas todas las cosas, vínculos, y formas de amarnos, para liberar, para salvar, para vivir un año Jubilar de la esperanza.