Mirad que nadie os engañe…

El Evangelio de este domingo nos habla con un lenguaje que puede parecernos extraño: el lenguaje apocalíptico. Pero incluso de esas palabras, podemos sacar una enseñanza profunda.

Jesús dice: Mirad que nadie os engañe…
Y cuando oigáis noticias de guerras y revoluciones, no tengáis pánico…

Estas palabras resuenan hoy más que nunca. Vivimos tiempos de conflicto, violencia y polarización. Jesús nos invita a mantenernos vigilantes para no dejarnos engañar.
Hoy opinamos de todo y sobre todo, aun sin conocer los hechos a fondo, y en ese ruido acabamos haciendo nuestras las fracturas de otros pueblos.

El otro día escuché un cuento muy interesante:

Un día, en un colegio, una maestra repartió una hoja de papel a cada alumno y les pidió que respondieran a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la longitud exacta de la clase en la que estamos? Los alumnos se sorprendieron al leer aquella pregunta tan extraña, pero todos comenzaron a hacer sus cálculos. A los diez minutos la profesora recogió todos los papeles y comenzó a mirarlos. La mayoría de los alumnos habían escrito una cifra de entre 6 y 8 metros, algunos incluso lo habían acompañado con un “aproximadamente”. -Bueno -dijo la maestra-, ninguno de vosotros ha contestado correctamente a la pregunta y eso que, en realidad, todos podríais haberlo hecho. En este caso era fácil, la respuesta correcta era: no lo sé.

Jesús nos aconseja no dejarnos engañar, y no tener pánico delante de las noticias de guerras y revoluciones. Pienso que muchas veces no nos atrevemos a decir “no sé”, cuando piden nuestra opinión.  Si realmente queremos hablar, queremos opinar, quizás vale la pena hacerlo desde la sabiduría de Jesús, desde su Luz, desde su Palabra. Como, por ejemplo: “No juzguéis”; “Perdonad siempre”; “Amad a los enemigos” …

¡Que nadie nos engañe! Sigamos viviendo con confianza los valores del Evangelio en un mundo que nos quiere llevar, con mucho engaño, por otros caminos.

Pauline Lodder, Pineda de Mar