XXII sesión de MediTcantamos, un espacio virtual para meditar un canto. 2º miércoles de cada mes por Zoom
Con los comentarios de María Jesús Chàvez-Camacho y Pauline Lodder
Canción: Tu lluvia desciende
Intérprete: Grupo Ixcís
Comentario: Pauline Lodder
Me gustan todas las frases de esta canción. Pero he escogido para comentar una frase donde sale la palabra “camino”. Camino, caminar es para mí una palabra super importante. Algunas veces les he compartido frases bíblicas que indican que nuestro Dios es un Dios que camina… Pero en el fondo me gusta la palabra “caminar”, y me gusta caminar, porque es estar en movimiento, no estar inmóvil, estático… En los hechos de los apóstoles llaman a los seguidores de Jesús “los del camino”
Hemos escogido una canción muy corta en este mes de diciembre. Y quizás esperaban que escogiésemos una canción más típica de navidad o de adviento…
Pues en lo que voy a decir saldrán elementos de relación con la Navidad…
De hecho, todo alrededor del nacimiento de Jesús, tiene que ver con caminos también:
María, después de la anunciación, camina para ir a visitar Isabel
María y José caminan hacia Belén
Después del nacimiento de Jesús, caminan hacía Egipto…
Los pastores caminan hacia el establo donde nació Jesús
Los magos, hacen un largo camino hasta Belén…
Y sabemos que Jesús en su vida pública también se desplazaba mucho…
Herodes se queda quieto y envía otros a investigar y para matar
como ahora también pasa en el mundo, con las guerras que vivimos…
(Evidentemente hay personas con movilidad reducida, o personas muy mayores, que no tienen la posibilidad de caminar … pero lo que me parece importante es no ser inmóvil, rígida sino tener dinamismo. Se puede viajar, caminar simbólicamente, leyendo libros, mirando reportajes, escuchando a lo que cuentan las personas que te visitan, etc. Se trata de crecer, de dejarse transformar por la vida, …)
Vuelvo a la frase de la canción… “y renacen nuevas flores en los caminos”. Porque no se trata de caminar por caminar… Se trata de avanzar en nuestra caminar por la vida, contemplar el mundo, lo que tenemos a nuestro alrededor, descubrir que en los caminos renacen nuevas flores. Es curioso que se habla de Re-nacer – algo del pasado que renace… se repite, nace de nuevo. Pero también se dicen que son nuevas flores… no son los mismos de antes: son nuevas. Me encanta ver que surgen cada vez nuevas flores en lado del camino, nueva vida, cada flor es única, es nueva…
Me hace pensar en lo que celebramos en Navidad. Hubo un nacimiento en la historia, hace dos mil años y lo celebramos: celebramos el nacimiento de Jesús en Belén, hace más de 2000 mil años. Pero misteriosamente hoy también nace… Hay nuevas flores en el camino… Hay nuevos nacimientos de lo trascendente en nuestro mundo…
Las que me conocen sabe que me gusta la novedad. No porque desprecio lo anterior, sé muy bien que la novedad es fruto de todo lo anterior… Pero quedarnos únicamente con lo anterior, en el pasado, es quedarnos parados…
La celebración de navidad en nuestra sociedad está muy normatizada, muy ritualizada, tanto a nivel domestico como a nivel eclesial. Hay mucha tradición, muchas costumbres… Siento que vale la pena preguntarnos ¿qué espacio dejamos a la novedad…?
Tengo muchas ganas de celebrar navidad de una manera nueva…
estando más atenta a la novedad que surge en el mundo…
celebrar más lo que nace hoy en nuestro mundo…
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La segunda frase dice que “en cada desierto hay nacimiento”. A veces sentimos que el mundo es un desierto, donde falta de todo: falta paz, falta justicia, falta fraternidad, falta igualdad, falta presencia de Dios…
La canción dice: en cada desierto hay nacimiento… ¿¿¿Me pregunto si somos conscientes de ello??? Quizás nos olvidamos caminar, estamos demasiado tiempo sin dar un paso a delante… O no nos atrevemos a caminar en este mundo que parece un desierto. Quizás no estamos bastante atentos a lo que nace, a lo pequeño, a lo nuevo que está surgiendo…
Pienso que Navidad es la fiesta de venerar lo que nace, de protegerlo, de cuidarlo, de ayudar a que crezca… Se trata también de hacer espacio para acogerlo … de estar abiertos a acoger lo nuevo… Hacer espacio en nuestras celebraciones, en nuestras vidas, en nuestros corazones, para que Jesús puede nacer de nuevo. Sabiendo que lo que nace es fruto del Jesús que nació hace dos mil años, pero es nuevo… Les invito a introducir algo nuevo en la fiesta de Navidad de este año, para significar que estamos abiertos a acoger lo que nace…
Letra: TU LLUVIA DESCIENDE
Cuando más secas están las esperanzas
tu lluvia desciende en tu Pakabra
y haces rebrotar los ríos
y renacen nuevas flores en los caminos, en los caminos.
En cada desierto hay nacimiento.
Me despojas poco a poco del hombre viejo.
Me rehaces con ternura
y renazco con más fuerza a tu amor, a tu amor.
Tu lluvia asoma por la ventana.
Comentario: María de Jesús Chavez-Camacho
(Comentario sobre las primeras dos frases del canto: Tu lluvia desciende)
Comentaré ahora estas dos frases con las que comienza este canto: “Cuando más secas están las esperanzas, tu lluvia desciende en tu Palabra”
Estas frases en el comienzo nos hablan de esperanza. Y me parece que es muy propicio hablar de esperanza en este tiempo de Adviento. Porque el Adviento es tiempo de Esperanza. Adviento viene del latín – “adventus”, que significa “venida”. Y para el cristiano, hace referencia, a la venida de Jesús. Esperanza de su venida. Recordando y celebrando su venida en Belén. Jesús hijo de Dios que viene como uno de nosotros, a vivir entre nosotros y a revelarnos el amor que Dios nos tiene. Porque Dios no se desentiende de lo que vivimos en nuestra realidad de cada día. Dios se hace cercano, comparte con nosotros nuestras alegrías, nuestras preocupaciones, nuestras esperanzas.
Es verdad que Jesús nació hace más de 2000 años, pero en cada Adviento, en cada Navidad que celebramos, recordamos que Jesús sigue viniendo…
Jesús sigue viniendo a nuestra vida, a nuestro corazón. Y cuando más secas están nuestras esperanzas, cuando pensamos que ya no hay nada que esperar, él está allí, está infundiendo vida en nuestros desalientos y desesperanzas… si nos abrimos a que él nos transforme por dentro. Infunde esperanza, realizando sus promesas. Promesas no de que la vida será fácil, o que nunca tendremos dificultades, no de vida color de rosa… Pero sí de que Él está con nosotros, en medio nuestro, infundiendo amor, paz, perdón. Su aliento amoroso nos ayuda a atravesar las dificultades, no estamos solos.
Su lluvia desciende en su Palabra. La Palabra de Dios es Palabra viva y que vivifica. Cuántas veces una palabra de la Biblia: un salmo, una palabra de los profetas, un texto del evangelio, que hemos ya escuchado muchas veces… ; y hoy esa Palabra me habla a mí, por lo que estoy viviendo en este momento….
Esperanzas secas donde la lluvia de la Palabra de Dios desciende y entonces algo pasa… y todo reverdece…. Eso es lo que me deseo y les deseo en este Adviento, que acojamos a ese Niño de Belén que vino y sigue viniendo. Aportando esperanza y paz, él que es príncipe de la paz. Acojamos esta paz y hagámosla carne de nuestra carne. Para que se propague ahí donde estamos, en nuestro entorno…
