Llamados a la autenticidad.
No se fija, Jesús, en la cantidad, el derroche o la sobreabundancia, que suelen venir acompañados de lo llamativo y rimbombante, motivo de vanidad, sino en la proporción entre lo que podemos donar y lo que estamos dispuestos a dar.
Darnos del todo al Todo, como nos sugería Santa Teresa de Jesús, es la invitación a no dejar anclado nuestro corazón a seguridades etéreas sino a lanzarnos a una vida llena de intrepidez y aventuras.
Si en algún momento he de brillar, que sea para alumbrar.
Si he de vestir amplias vestiduras, que sea para arropar a todo el que se acerque a mí.
Si soy saludada en las calles, que mi respuesta humilde sea de acogida y de paz.
Que trabaje para que todos encuentren su sitio y alimento.
Porque es en este donarme donde dejo fluir a Dios mismo que me traspasa, en calidad y sobreabundancia.