de San Francisco de Asís

El Cántico de las Criaturas o Cántico del Hermano Sol es un himno religioso escrito por San Francisco ahora hace 800 años. Es un ejemplo destacado de la espiritualidad franciscana escrito en el convento de San Damiano.
Este bello cántico refleja una profunda conexión de san Francisco con la naturaleza y su visión de la creación como una manifestación de la bondad y la gloria de Dios.
El Cántico está escrito en forma de poema, alabando a Dios a través de los elementos de la naturaleza: sol, luna, viento, agua, fuego, tierra. Es una llamada a todas las criaturas a unirse a la alabanza a Dios por toda la creación. Existe una hermandad universal que incluye a todas las criaturas.
Alfredo Rubio en sus escritos habla de que todos somos hermanos en la existencia, por el mero hecho de existir. Este fundamento nos hermana con todos los seres humanos y con toda la creación. De aquí se desprende un respeto hacia todo lo creado.
Este cántico y la vida de San Francisco han influido profundamente al crecimiento de una mayor conciencia ecológica de la humanidad. San Francisco se le ha nombrado patrón universal de la ecología
Letra del poema de San Francisco:
El cántico de las criaturas (1225-2025)
Altísimo, omnipotente, buen
Señor, tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de
pronunciar tu nombre.
Loado seas, mi Señor, con todas
tus criaturas, especialmente el
señor hermano sol, el cual es el
día, y por él cual nos alumbras;
Y es bello y radiante con gran
esplendor: de ti, Altísimo, lleva
significación.
Loado seas, mi Señor, por la
hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado claras y
preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el
hermano viento, y por el aire y el
nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das
sustento.
Loado seas, mi Señor, por la
hermana agua, que es muy útil y
humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el
hermano fuego, por el cual
alumbras la noche, y es bello y
alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor, por nuestra
hermana la madre tierra, que nos
sustenta y gobierna, y produce
distintos frutos con flores de
colores y hierbas.
Loado seas, mi Señor, por los
que perdonan por tu amor, y
sufren enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las
soporten en paz, porque por ti,
Altísimo, coronados serán.
Loado seas, mi Señor, por nuestra
hermana la muerte corporal,
de la cual ningún hombre vivo
puede escapar. ¡Ay de aquellos
que mueran en pecado mortal!
Bienaventurados los que
encontrará en tu santísima
voluntad, pues la muerte segunda
no les hará mal.
Load y bendecid a mi Señor, y
dadle gracias y servidle con gran
humildad.
Una versión del Cántico de las criaturas · interpretados por Glenda Valeska Hernández Aguayo · Kairoi




