I Domingo de Adviento // Mt 24,37-44

¿Por qué no nos detenemos a escuchar esa llamada urgente de Jesús a despertar? ¿No necesitamos oír de nuevo sus palabras: «¿Estad en vela», «es hora de despertar»? Todos deberíamos preguntarnos qué es aquello que no alcanzamos a ver, qué se nos escapa en nuestra propia vida y a qué debemos prestar una atención más profunda.

 En el camino de la vida nos cruzamos con muchas personas y, si estamos despiertos y atentos, podremos ver, aprender y transformar. A menudo, quien tenemos delante nos habla, nos muestra algo, nos hace de espejo. Y está en nuestras manos ver, oír y reaccionar para dejar que nuestra vida se transforme. Esa actitud de vigilancia, de apertura, de estar verdaderamente despiertos, marca la diferencia en nuestra vida.

 Para mantenernos despiertos es fundamental nuestra actitud. ¿Estamos realmente dispuestos a dejarnos enseñar? ¿Creo realmente que ese desconocido, esa persona que tengo ante mí, puede abrirme los ojos? ¿O pienso que soy yo el único que puede enseñar y abrir los ojos?

 Para ver y para escuchar de verdad hay que estar en actitud de disponibilidad. Solo así viviremos una “espera activa” y estaremos abiertos al cambio. Y cuando lo hacemos, llegan esos momentos en los que nos sentimos profundamente «despiertos», tocados en lo más hondo de nuestro ser.

Artículos

¡Bienaventurados! los que no tienen tiempo

¡Bienaventurados! los que no tienen tiempo Las...

Salir de la riada

Breve introducción ElItinerario fue escrito por...

Actividades

¡No hay eventos!

Suscríbete a nuestro boletín

I Domingo de Adviento // Mt 24,37-44

¿Por qué no nos detenemos a escuchar esa llamada urgente de Jesús a despertar? ¿No necesitamos oír de nuevo sus palabras: «¿Estad en vela», «es hora de despertar»? Todos deberíamos preguntarnos qué es aquello que no alcanzamos a ver, qué se nos escapa en nuestra propia vida y a qué debemos prestar una atención más profunda.

 En el camino de la vida nos cruzamos con muchas personas y, si estamos despiertos y atentos, podremos ver, aprender y transformar. A menudo, quien tenemos delante nos habla, nos muestra algo, nos hace de espejo. Y está en nuestras manos ver, oír y reaccionar para dejar que nuestra vida se transforme. Esa actitud de vigilancia, de apertura, de estar verdaderamente despiertos, marca la diferencia en nuestra vida.

 Para mantenernos despiertos es fundamental nuestra actitud. ¿Estamos realmente dispuestos a dejarnos enseñar? ¿Creo realmente que ese desconocido, esa persona que tengo ante mí, puede abrirme los ojos? ¿O pienso que soy yo el único que puede enseñar y abrir los ojos?

 Para ver y para escuchar de verdad hay que estar en actitud de disponibilidad. Solo así viviremos una “espera activa” y estaremos abiertos al cambio. Y cuando lo hacemos, llegan esos momentos en los que nos sentimos profundamente «despiertos», tocados en lo más hondo de nuestro ser.

Artículos

¡Bienaventurados! los que no tienen tiempo

¡Bienaventurados! los que no tienen tiempo Las...

Salir de la riada

Breve introducción ElItinerario fue escrito por...

Actividades

¡No hay eventos!

Suscríbete a nuestro boletín

© 2025 PazyFiesta | Una web de Mauricio Mardones

© 2025 PazyFiesta
Una web de Mauricio Mardones